Sonia E. Saavedra
ISFDyT n° 49
María Inés Molteni
ISFDyT n° 49
Vanesa N. Martín
ISFDyT n° 49
RESUMEN
El objetivo del texto es compartir el plan de trabajo que se desarrolló colectivamente para el inicio de la gestión directiva del ISFDyT nº 49 de Brandsen, pocos meses antes que se declarara la pandemia de COVID-19. Se aborda la puesta en marcha y evaluación del plan de trabajo en el que se fortalecieron los vínculos para revalorizar, sostener y acompañar las trayectorias del estudiantado. También se sostuvieron acciones de extensión y articulación con la comunidad, con la duda siempre presente sobre si todas las acciones que se realizaban eran suficientes para reemplazar la presencialidad. El presente artículo da cuenta del compendio de experiencias y eventualidades surgidas en un año que nos exhortó no solo a repensar los modos de enseñar y aprender, sino también, algunas cuestiones tan primordiales como el valor de la vida.
Palabras clave: Nivel Superior, Trayectorias estudiantiles, Continuidad Pedagógica, Pandemia, Virtualidad.
REFLEXIONES DE INICIO DEL PROCESO
A finales del 2019 se renovó el equipo de conducción del Instituto de For-mación Docente y Técnica n° 49 (ISFDyT nº 49) de Brandsen. Las propuestas de gestión que se pensaban llevar adelante pronto fueron reformula-das tras el establecimiento del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), pero en ese gesto se elaboraron estrategias para revalorizar, sos-tener y acompañar las trayectorias del alumnado. También se sostuvieron acciones de extensión y articulación con la comunidad en un año que nos exhortó no solo a repensar los modos de enseñar y aprender, sino algunas cuestiones tan primordiales como el valor de la vida.El Instituto, con más de cincuenta años, se encuentra a 40 km de la capi-tal provincial y tiene actualmente 14 carreras de grado y 1 postítulo, con la característica de que la mayoría se dictan a ciclo cerrado, como es usual en los institutos del interior bonaerense. Los estudiantes que cursan en la institución provienen de Brandsen y de localidades vecinas como San Vicente, Guernica, Alejandro Korn, Loma Verde, General Belgrano y Ran-chos. Por ello se genera una diversidad de recorridos y contextos, que se traducen en trayectorias estudiantiles heterogéneas. En la presencialidad se cursa en tres sedes y se comparte el edificio con otras instituciones. En este marco, el inicio del ciclo lectivo 2020 nos encontró con la implementación de la agenda de trabajo en la cual teníamos como prioridad:
La irrupción de la pandemia nos interpeló, puso en tela de juicio muchas certezas relacionadas a la gestión y a los modos de concebir la enseñanza y el aprendizaje propias del nivel. Muchos fueron los interrogantes. Necesitamos tomarnos el tiempo para sostener variadas conversaciones nece-sarias dentro de este marco: ¿Qué iba a suceder con la dinámica institucional? ¿Cómo pensar las clases en este contexto? ¿Cómo sobrellevar y mejorar la calidad de los procesos de trabajo?
2021 La tarea por delante requería tanto de pericia como de creatividad y actualización para cambiar un enfoque con resabios tradicionales, en cuanto a la implementación de la enseñanza y el aprendizaje, para evitar reproducir las lógicas de la presencialidad en un entorno virtual. Sin presencialidad, las preguntas sobre cómo ejercer nuestra práctica docente se superponían: ¿Qué implicaba perder la materialidad del aula? ¿Qué había en esa aula virtual del aula presencial? ¿Cuáles serían los efectos de la presencia en la virtualidad?
LOS DILEMAS DE LA CONTINUIDAD PEDAGÓGICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA
Era una oportunidad, una invitación, obligada y necesaria, para impulsar cambios en los modos de conocer, enseñar y aprender. Para crear y sostener el andamiaje que permitiera la concreción del plan de continuidad pedagógica, pero también para reflexionar sobre cómo en este punto de partida, debíamos garantizar el derecho a la educación, sin repetir como si fuera un mero acto de transferencia, un simple pasaje de lo presencial a lo virtual. En concordancia con Perla Zelmanovich, para que se active el deseo, siempre es necesario perder algo, o que algo falte (2020).
El modo de habitar y concebir la práctica docente funcionaría como un habitus, estructura estructurada y estructurante, al decir de Bourdieu (1997). Ante la necesidad de tomar acciones para sobrellevar el nuevo panorama que se presentó a principios del año pasado fue necesario repensar las acciones como una forma de innovación. Por lo tanto, varios problemas se fueron haciendo evidentes en el desarrollo de las primeras etapas:
PLAN DE CONTINUIDAD PEDAGÓGICA EN ASPO Y EN DISPO: CONSTRUYENDO REDES
En primera instancia nos reunimos los integrantes del equipo de conducción para establecer los ejes de abordaje para generar la agenda de trabajo, teniendo en cuenta las particularidades de la situación frente a la amenaza del COVID-19, su impacto en el futuro desarrollo de las clases, y la implementación de la continuidad de los espacios pedagógicos en la modalidad virtual. Cabe aclarar que, para todo ello, atendimos la especificidad de cada una de las carreras. Programamos reuniones periódicas para la evaluación del desarrollo del plan a través de plataformas virtuales en las que pautamos las siguientes acciones:
PARA CONTINUAR
Las estrategias empleadas tenían como criterio, sobre todo en los primeros años, construir un vínculo entre alumnos, docentes y equipo directivo. Al inicio, la mayoría de los docentes optaron por las modalidades más habituales para los alumnos para lo que propusieron correo electrónico, Facebook y celular. Posteriormente, se diversificó la oferta de vías y canales de comunicación, plataformas, que permitieron la alternancia entre estrategias sincrónicas y asincrónicas. Estas modalidades tienen los siguientes objetivos:
Acompañar las trayectorias de los estudiantes en el contexto de pandemia implicó un gran desafío: “Pensar a los jóvenes desde una perspectiva crítica, que vaya más allá de nombrarlos como alumnos implica asumir sus heterogeneidades y desigualdades, es decir, requiere abordarlos desde las transiciones y condiciones que hacen viable el desarrollo de las subjetividades juveniles” (Gabbai, 2013: 5).
Hemos compartido en este texto los modos en los que mantuvimos vínculos y la dinámica institucional en general. Pero también nos propusimos pensar modos de enseñanza en este contexto de virtualidad, sin edificios ni paredes. Como mencionamos anteriormente, sostenemos la convicción de creer que los aprendizajes que se suscitan de manera aislada no son significativos, ni aportan la posibilidad de que ocurran como producto de una construcción colectiva. Por ese motivo, propusimos a los docentes pensar modos de revisar y compartir propuestas de cátedra de manera conjunta e integrada, donde los profesores de un mismo año de una carrera, o de otros años que aborden contenidos afines compartan clases cruzando miradas, experiencias y saberes en general. También trasladamos esta experiencia proponiendo este cruce entre carreras, donde cada una desde la especificidad de la formación amplía y comparte saberes, propiciando de este modo una perspectiva más integral y compleja en la formación.
Sumamos a continuación algunos ejemplos de estas experiencias donde los participantes se encuentran en una aplicación acordada previamente y así trabajar de manera conjunta cátedras compartidas por y entre carreras. También se invitaron especialistas, reuniones que fueron transmitidas por el canal de YouTube del Instituto y por Google Meet. Dentro de estos aspectos que logramos fortalecer y enriquecer, pensados para la Formación Inicial desde el entorno virtual detallamos los siguientes:
Entendemos que la continuidad pedagógica en entornos virtuales ya no es una respuesta acotada a una determinada circunstancia, sino que vino a instalarse de ahora en más en nuestras aulas. Por lo tanto, el gran desafío es crear las condiciones de posibilidad para la diversidad de escenarios y situaciones socio educativas. Según Tiramonti (2008), solo la institución escolar es la única capaz de acortar la brecha entre los estudiantes que tienen acceso a las nuevas tecnologías y los que no. La institución escolar es una producción de otro momento histórico y social, y nuestro objetivo es mensurar las asimetrías entre aquel pasado y las circunstancias actuales.
Tal como afirma la psicoanalista argentina, Silvia Bleichmar, en el análisis de los principios educativos hay que ayudar a recomponer la noción de futuro desde un protagonismo. Esto implica romper la idea, de que la solución va a venir de otros y no de nosotros, que somos los que tenemos que construir. Hay que enamorarse de la esperanza y de los proyectos compartidos. Por ello es necesario educar para el futuro, porque en épocas críticas no puede plantearse la educación en términos de las condiciones presentes. Esto enfrenta la necesidad de recomponer la confianza en el futuro a partir del conocimiento (2006).
Podemos decir, que no se trata de transitar estos tiempos de manera incierta, se trata de habitar la situación poniendo una impronta activa, crítica, constructiva que nos permita, a partir de un trabajo colaborativo, apropiarnos de nuevos saberes.
La escuela no asume solo el desafío de ser un espacio de construcción de conocimiento, sino también, de ruptura de la enorme desigualdad y de garantía de derechos. Es por eso que cualquier dispositivo de acompañamiento debe contemplar, a nuestro parecer, el propiciar la construcción del espacio (virtual- real) de intercambio entre todos los actores, como un medio para crear horizontes de posibilidad. Fue un tiempo de reflexión, pero también un momento para establecer prioridades. Revisar el accionar cotidiano de manera que la construcción colectiva de cuenta de los objetivos primordiales que deseábamos alcanzar. En tiempos de incertidumbre, revisar nuestra propia práctica, desnaturalizar certezas, nos dará la posibilidad de repensar alternativas superadoras a las verdades ya transitadas.
CONCLUSIONES
Compartimos esta experiencia que nos permitió afrontar los desafíos del 2020, y que hoy continúa, a través de diversos proyectos en el 2021. En principio, comenzamos por demarcar varios ejes que, en cuestión de importancia, resultaban vitales para el acompañamiento y sostén de las trayectorias educativas de nuestros estudiantes, a la vez que nos exigió revisar nuestra práctica en pos de estrategias innovadoras que perduraran en el tiempo.
Entre la amplitud de cuestiones a remarcar creemos que uno de los aspectos cruciales fue fortalecer la comunicación permanente. Hoy los lazos que nos sostienen en la virtualidad encuentran canales que optimizan la construcción colectiva de proyectos; que permiten construir y reconstruir sobre las experiencias, generando relatos y narrativas compartidas en pos de poder “encontrarnos” permanentemente. Pensar la escuela como aquella que posibilita recuperar sentidos e interrogantes, que tensionan y replantean cuestiones, en búsqueda de diversos horizontes. Nos queda aún mucho por delante, muchos interrogantes, muchos desafíos en pos de lo que vendrá. Habrá que recuperar sentidos para reconstruir otras lecturas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS